¿Qué mejor lugar para presentar este libro que la biblioteca Francisco Ayala? Para aquellos que ya lo hayáis leído, seguro que entenderéis esta pregunta.

Fue una experiencia muy emocionante que tuve la suerte de compartir con mi prima Ana. Fue ella la que comenzó la charla hablando de mí, revelando secretos y cosas de mi niñez.

Todo el acto fue sobre ruedas gracias a ella y a toda la gente que vino a interesarse por esta humilde historia.

Se creó un debate abierto en el que todos participamos hablando de los temas que se tratan en el libro.

Quiero agradecer a todos los que asistieron al evento, el querer conocerme y, sobre todo, el dejarse conocer de esa manera tan bonita.

Sin duda, lo volvería a repetir mil veces más.